Ingenio de los Erasmos (ruinas)

Foto superior: Antonio Vargas

 

Considerado uno de los sitios arqueológicos más importantes del país, el San Jorge de los Erasmos fue el primer ingenio de caña de azúcar de Brasil, según Fray Gaspar de Madre de Dios y el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan).

Construido en 1534 en la falda del Monte de la Caneleira, es considerado el único en Brasil - y quizás en el mundo - en estilo azoriano, que identifica el archipiélago donde los portugueses desarrollaron l industria azucarera. Esa  característica es dada por la construcción aglutinada, con todas las instalaciones bajo un mismo techo. Él es, también, el único ingenio cuyas ruinas se encuentran preservadas en el país.

Cultura

El sitio arqueológico es hoy una base avanzada de investigación, cultura y extensión universitaria de la USP. Convertido en un espacio turístico-cultural, ofrece calendario de actividades gratuitas, entre ellas saraos, talleres, cursos certificados, conferencias y conciertos.
 
El ingenio es centro de múltiples actividades profesionales. En él trabajan y se perfeccionan historiadores, filósofos, arqueólogos, geógrafos, biólogos, ingenieros, arquitectos, periodistas y educadores de las más diversas áreas.

  

Foto: Rosangela Menezes

Historia

Ubicado en el actual límite entre las ciudades de Santos y San Vicente, el ingenio, impulsado por agua, tenía construcción típica de la época: piedra, aceite de ballena y cal, con varias edificaciones aglomeradas en un único sentido. Se cree que poseía molienda, calderas, almacenes, establos y senzala(alojamiento que albergaba a los esclavos).
 
La Isla de São Vicente, donde se encuentran las dos ciudades, fue la cuna de la industrialización de la caña de azúcar, responsable por la exportación de las primeras cajas del producto americano a Europa. En la primera mitad del siglo XVI, Santos contaba, incluso, con los ingenios Madre de Dios y San Juan.

  

Foto: Antonio Vargas

Producción

El ingenio produjo azúcar por lo menos hasta 1580. En el inicio del siglo XVII, comenzó a sufrir los efectos de la decadencia de esa cultura en el país y de la  competencia del azúcar producido en el Nordeste. Pero siguió produciendo azúcar para exportación, además de rapadura y aguardiente para consumo interno.
 
Alrededor de 1615, la edificación habría sido destruida por un incendio provocado por el pirata holandés Joris Spilbergen.

 

Foto: Reproducción

Proceso de producción

Las ruinas, que ocupan cerca de 3.200m², fueron donadas a la  Universidad de São Paulo (USP) en 1958 y su entorno, con aproximadamente 41 mil m², entregado en 1987 al Ayuntamiento de Santos. El área, entonces, fue considerada de utilidad pública, lo que garantizó visibilidad alrededor de las ruinas.
 
Durante excavaciones, la USP encontró moldes de pan de azúcar anteriores a 1615. Esos moldes eran conos con un agujero en la punta, que recibían el jugo de caña hervido y el almacenaban por 45 días. Después de ese periodo, el ‘pan’ era retirado y cortado por los esclavos, que separaban para exportación la parte más clara, depositada en la capa superior del bloque de azúcar. En la parte inferior, quedaba guardada la mezcla de desecho con impurezas, destinada a la alimentación de los esclavos.

  

Foto: Reproducción

Propiedad

Según investigaciones, las ruinas, el ingenio de San Jorge de los Erasmos nasció de una sociedad comercial que envolvió a cinco socios: Martim Afonso de Sousa (donatario de la Capitanía de São Vicente, considerado el primer colonizador ‘oficial’ de Brasil) y su hermano Pero Lopes de Souza, el flamenco Johan Van Hielst, Francisco Lobo y Vicente Gonçalves.
   
El ingenio recibió el nombre de San Jorge de los Erasmos después de haber sido adquirido por la empresa Erasmo Schetz e Hijos. Banquero y propietario de barcos en Amsterdam, Schetz compró las partes de cada uno de los socios en 1544 y se convirtió en el único propietario del ingenio. La documentación original del ingenio fue escrita en flamengo arcaico.

  

Foto: Reproducción